FONDUE DE QUESO

Fondue de Queso

La fondue de queso es uno de los platos insignia de la gastronomía suiza, concretamente de la región de Romandía, también conocida como la Suiza Francesa. Parece ser que la fondue de queso nace de la costumbre adoptada por los pastores de las zonas montañosas suizas, que calentaban trozos de queso viejo con la intención de entonar sus cuerpos ante las inclemencias del tiempo, llevándose al estómago una comida caliente.

Aunque no se conoce una fecha exacta con respecto a su origen, la primera publicación en la que se recoge su receta data del 1825 y es obra del cocinero francés Brillat-Savarin. Desde entonces y hasta la fecha, traspasada la frontera con Francia, la fondue de queso se ha popularizado a nivel mundial. Cada país la ha adoptado y adaptado a sus costumbres, apareciendo multitud de recetas y variantes.

Receta tradicional de la fondue de queso

Si bien es cierto que la fondue de queso es una receta versátil y de fácil adaptación, en la que podemos utilizar productos de nuestras regiones, no está de más mencionar que la receta tradicional se basa en el uso de dos quesos principales: el queso Gruyere y el queso Vacherin Fribourgeois.

El queso Gruyere se elabora con leche de vaca. Se produce en los Alpes, entre mediados de mayo y mediados de octubre, época en la que los rebaños de vacas pueden pastar en sus praderas en condiciones meteorológicas adecuadas. El queso Vacherin Fribourgeois, que también se elabora con leche de vaca y en la misma zona geográfica, es un queso cremoso y fundente que, combinado con el Gruyere, hacen la pareja perfecta para una fondue.

A no ser que seáis unos puristas irredentos, estos quesos se pueden sustituir por otros quesos suizos de similares características como son el emmental, el raclette y el sbrinz o, incluso, por quesos de otros países como el comté francés, el fontina italiano y el británico cheddar.

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